En muchas ocasiones, lejos de ofrecer a los niños juegos de calidad y educativos que fomenten su imaginación y creatividad, ponemos en sus manos juegos cuyos objetivos difieren mucho de estos, y cuya única función es la de solo entretener sin apenas interacción. Por lo tanto, es fundamental que los juegos despierten la curiosidad e imaginación, proporcionando calidad de experiencias como crear, aprender, socializar, observar, divertirse, etc.
En la actualidad, que los niños dediquen sus ratos de ocio a juegos de calidad no es sencillo, debido al constante auge de las tecnologías, las cuales si no se usan de forma moderada y correcta pueden llegar a acarrear problemas entre los más pequeños. Que los juegos de calidad compartan protagonismo junto a estas tecnologías, y que los niños sepan repartir su tiempo entre ambos, es tarea de todos.
Un juego de calidad debe reunir una serie de características como por ejemplo:
Debe permitir el uso de la imaginación.
Debe fomentar el desarrollo de la creatividad.
Sus materiales deben ser de calidad.
Deben incitar a pensar.
Etc.
Veamos a continuación cuáles son los atributos más importantes que debe reunir un juego para que sea de calidad.
1. La seguridad y la durabilidad
Un juego debe ser duradero, lo que permite además que pueda ser reutilizado por otra persona. Sabemos que un juego puede ser más o menos duradero comprobando el material en el que ha sido fabricado. Por ejemplo, la madera es mucho más resistente que el plástico blando. Los juegos fabricados con materiales duraderos resistirán el paso del tiempo y podrán ser heredados por las siguientes generaciones.
Respecto a la seguridad, en función de la edad y de las características de cada niño, los criterios de seguridad variarán. En cualquier caso, lo primero que hay que hacer es buscar el marcado CE. Todos los juegos están obligados a tenerlo y nos garantiza que el juego ha sido diseñado y fabricado cumpliendo la normativa de la Comunidad Europea (CE).
2. La versatilidad
Los juegos más versátiles y más abiertos, en los que hay que utilizar más la imaginación, son los preferidos por gran parte de los pequeños, ya que es raro que se produzca una partida igual a otra, lo que hace que no se aburran con ellos.
Estos juegos generalmente crecen con el niño, el cual podrá utilizarlos durante todo su desarrollo. Los juegos de construcción son un buen ejemplo de este tipo de juegos. El niño más pequeño comienza agarrando los bloques de madera, más adelante comienza a construir torres y pasado el tiempo puede crear construcciones de todo tipo.
3. El placer de jugar
Pero lo más importante, un juego de calidad es ante todo un juego que al niño le encanta, que provoca entusiasmo al utilizarse y que motiva el progreso cognitivo. Es por lo tanto muy importante que encontremos un juego que se adapte a los gustos y a la personalidad de cada niño. Por ejemplo, si al niño le apasionan los perros podemos optar por un puzzle de estos animales, o si es creativo podemos optar por la plastilina, o un juego de manualidades, etc.
4. Fabricación responsable y sostenibilidad
En la actualidad cada vez son más los padres y educadores que se preocupan por el cuidado del medioambiente y por el planeta que vamos a dejar a las futuras generaciones, lo que está generando cambios en los hábitos de consumo en lo que a juegos se refiere.
A la hora de elegir un determinado juego, la sostenibilidad se ha convertido en un valor fundamental que también tienen en cuenta los fabricantes, los cuales están implantando políticas de producción sostenibles para gestionar de forma responsable y eficiente todos los recursos con el objetivo de lanzar al mercado juegos producidos con el menor impacto ambiental.
En Cayro hemos puesto en marcha el “Proyecto Play for Change” que busca la continua mejora de nuestros productos basada en minimizar el daño medioambiental. Para ello tratamos de aumentar la vida útil de nuestros juegos utilizando materias primas duraderas y responsables.
5. Evitar los roles sexistas
Los juegos no tienen género por lo que un juego de calidad debe evitar cualquier cliché sexista. El juego, sea de la clase que sea, aporta numerosos beneficios, favorece la creatividad, además de ayudar a niños y niñas a canalizar y expresar emociones. Una educación sin estereotipos va de la mano de un juego en igualdad entre niños y niñas.
En definitiva, un juego de calidad facilita que los más pequeños por igual, niños y niñas, aprendan a conocerse y descubrir el mundo de manera segura y sin prisas.
6. Juegos de proximidad
Los hábitos de compra responsable, que cada vez son más comunes, también se traducen en una mayor sensibilidad hacia el consumo de proximidad y a la apuesta por el territorio, por los oficios artesanales y por las empresas de confianza.
Cayro es la suma de cada una de las personas que trabajan en nuestra fábrica, pero también de todas las que colaboran con nosotros desde fuera. Cada uno de nosotros es un pilar fundamental de la organización, pero también colaboramos con personas o empresas externas y uno de nuestros objetivos es que en unos años sean lo más cercanas posible, pues nos gusta trabajar codo con codo en todas nuestras áreas.