Llegan las vacaciones de verano y finalizamos el colegio con ganas de playa, escaparnos al campo, sol y piscina. Después de tantos meses de trabajo, es hora de que nuestros hijos e hijas descansen y disfruten de sus aficiones, por supuesto, ¡se lo merecen! Pero una cosa que nos preocupa a las madres y padres es que luego, en septiembre, hayan olvidado conceptos y todo les cueste mucho más. En fin, un dilema que no sabemos cómo responder. ¿Les ponemos deberes? ¿fichas de matemáticas, lengua y ciencias? ¿Leer y estudiar otra vez todo el contenido? Aquí te proponemos una forma diferente, atractiva y muy divertida para que os lo paséis en grande a la vez que repasáis.
La verdad es que, después de nueve meses de curso, seguir en verano con una rutina similar, aunque sea mucho menos intensa, puede ser muy tedioso para los más peques de la casa. Por experiencia sabemos que, cuando se le pone corazón y se le añade un ingrediente clave: el juego, la enseñanza resulta mucho más eficaz. Cada vez somos más conscientes de ello, y en Cayro han hecho suya la máxima de los profesores que los asesoran y acompañan: "el aprendizaje más significativo, es que el que se vive y se disfruta". ¿Qué es aprendizaje significativo? El que te hace recordar lo que sea evocándote recuerdos bonitos, tiempos vividos con seres queridos o cuando te lo has pasado tan bien que todavía sacas una sonrisa al recordarlo.
Por eso, apuestan porque debe haber deberes en verano, pero de los que no se fuerzan, de los que se disfrutan, que te muevan por dentro y se graben en la memoria, incluso involucrando a toda la familia. Porque son aquellas cosas que nos apasionan y nos hacen felices, las que nos capacitan para la vida y nos hacen ampliar nuestros conocimientos, sin necesidad de recurrir a la memorización. Lo que se asimila de este modo se recuerda por tiempo y se aplica mucho mejor gracias a emociones positivas como la alegría, las risas y el compartir muy buenos momentos con los que más queremos.
Y si sabemos que jugar mejora muchas de las capacidades que queremos inculcar en los más pequeños de la casa, ya que desarrolla las funciones ejecutivas del cerebro, que a su vez son las encargadas de aumentar la calidad de nuestro aprendizaje a lo largo del tiempo, desde Cayro os traemos unos juegos de mesa para el verano muy divertidos y que os serán de gran ayuda para que vuestros hijos e hijas profundicen y repasen los conocimientos adquiridos durante todo el curso y los consoliden sin necesidad de trabajarlos metódicamente como hacen durante en clase, sino de forma lúdica y con una sonrisa a vuestro lado.
Matemáticas
Con los animales tan bonitos de Animal Keeper, trabajaremos el conteo y las sumas básicas, a la vez que potenciamos la atención focalizada, los colores, las formas, el orden y la estructuración mental. ¿La mecánica del juego?: responder correctamente a los retos que se te pidan y contestar en voz alta lo más rápido posible para llevarte la carta como punto. Quien obtenga diez puntos antes, ganará la partida. Pero quien conteste erróneamente, perderá una tarjeta.
El juego consiste en lanzar los dados y bajar los números que correspondan, o realizar operaciones matemáticas para seguir bajando los números. Si consigues bajar todos, habrás ganado, de lo contrario, tendrás que apuntarte los puntos. El resultado: quien menos tenga, habrá ganado la partida.
Lengua
¿Sabrían tus hijos contar una historia? ¿Y continuar la del compañero? Aquí lo podrán intentar de la mejor forma posible para ir ganando tarjetas y ser el que más tenga a final del juego.
Este es otro de los juegos de mesa para el verano en el que se pone en práctica la agilidad mental y lo primero que hay que hacer es buscar palabras relacionadas con un tema. Luego se debe decir una rápidamente y recoger las letras que contenga. ¡Cuantas más letras, mejor!
Ciencias
Somos muy conscientes de que debemos cuidar el medioambiente, pero ¿sabemos reciclar bien? Este divertido juego nos ayudará a entender qué reciclar y dónde, a la vez, fomentaremos la capacidad de asociación, la velocidad de procesamiento y la memoria.
¡A quién no le gustan los dinosaurios! En Dino Path los participantes aprenderán los nombres de los diferentes dinosaurios a la vez que conseguirán distinguir entre los carnívoros y los herbívoros a través de una carrera para volver a la cueva con la familia de neandertales.
En Cayro son expertos en aprender jugando. Llevan más de setenta años trabajando en esta dirección, acompañando a los docentes en su labor de transformación pedagógica. Desde los juegos tradicionales hasta la creación de nuevas propuestas educativas que potencien la transmisión de conocimientos. Están presentes en más de treinta países, han puesto en marcha Clase de Juegos & Juegos de Clase, un proyecto innovador en el que pretenden apoyar el Aprendizaje Basado en Juegos (ABJ) como una metodología de uso diario en los centros educativos.