Con el final del verano y la llegada del mes de septiembre, arranca la tan esperada vuelta al cole donde la rutina y las actividades diarias escolares y extraescolares vuelve a poner en orden el día a día en las familias. Aunque, en muchas ocasiones, las responsabilidades, los horarios y las tareas escolares pueden resultar abrumadoras para algunos niños.
Para conseguir que la vuelta al cole sea un proceso más llevadero y que no resulte tedioso para los pequeños, existen numerosos juegos didácticos que se pueden realizar, tanto en casa como en el colegio, para motivarlos y hacer que afronten el nuevo curso escolar con ilusión.
El comienzo del año es un buen momento también para que los profesores incluyan en sus clases dinámicas y juegos que hagan más amenos y motivantes los primeros días de escuela. De esta forma, pueden estimular el interés del alumnado de cualquier nivel educativo mediante diferentes juegos o actividades en las que los propios niños puedan relatar sus aventuras.
Entendemos por juego didáctico a toda aquella actividad que fomente o estimule algún tipo de aprendizaje en los niños, de manera simple y divertida. Por ejemplo, algunos de los más comunes son los juegos de bloques, las sopas de letras o los puzzles. El aprendizaje mediante juegos didácticos es muy importante para la enseñanza, ya que ofrece a los niños la oportunidad de colaborar, comunicarse y desarrollar diferentes capacidades al mismo tiempo que se divierten.
Juegos basados en estrategia. Es el caso por ejemplo de las tres en raya, que potencia el razonamiento y la resolución de problemas. Durante los juegos didácticos basados en estrategia, los niños intentan deducir los movimientos del contrario al mismo tiempo que elaboran su propia estrategia, estimulando de esta forma el razonamiento. Los juegos de estrategia ayudan a su vez a mejorar la autoestima, ya que al verse capaces de ganar al oponente al haber previsto sus movimientos, la autoestima se incrementa y se ven con la confianza necesaria para probar y aprender cosas nuevas.
Juegos de cálculo mental. Como por ejemplo el gran Ant-Tomic. Estos juegos potencian la competencia matemática, la participación y ayudan a agilizar los procesos mentales junto con las funciones ejecutivas del cerebro. De esta forma los niños trabajan la planificación, lo que les permite enfrentarse de forma positiva a las distintas situaciones que se les presentarán en la vida. Al mismo tiempo, al aceptar y seguir las reglas de juego junto a otros jugadores, se crea un vínculo que refuerza sus relaciones con los demás.
Juegos cooperativos. Como por ejemplo Burning Bakery. En el que los más pequeños aprenderán mediante el tacto a diferenciar los cinco sentidos y cooperar entre ellos para conseguir el éxito. Son juegos muy adecuados en todas las etapas educativas donde, al aceptar y seguir las reglas de juego junto a otros jugadores y sumado al no tener que competir entre ellos, se crea un vínculo que refuerza sus relaciones dentro del grupo de iguales.
Juegos de memoria. Es el caso del clásico Memo, que mejora las distintas capacidades cognitivas ya que, mientras los niños se esfuerzan en recordar en qué posición estaban las imágenes, practican la percepción, la atención y la memoria, que son los procesos cognitivos básicos. Al mismo tiempo, este tipo de juegos les ayuda a ser pacientes, perseverantes y a estar concentrados, tres capacidades muy importantes para un desarrollo adecuado.
Ant-tomic (a partir de 6 años)
Ant-tomic es un juego de estrategia dirigido a trabajar las matemáticas a través del cálculo mental. El comando explorador Ant-tomic tendrán que prepararse para el invierno y para ello, tendrán que conseguir el mayor número de alimentos posibles. Cuantas más hormigas reúnas, mayor será la comida que puedas transportar.
Super Six (a partir de 4 años)
Súper Six es un juego de azar, de probabilidad y de reconocimiento de números o formas. Lanza el dado y deshazte de tus palitos.
Este juego educativo está formado por un tablero con seis agujeros. Los jugadores comienzan la partida con el mismo número de palitos en la mano. Se tira el dado y el jugador tiene que poner uno de sus palitos en el agujero de ese número. Si éste está ocupado tendrá que coger el palito y añadirlo a su montón. Gana el primero que se queda sin palitos.
Mi Mic (a partir de 8 años)
A través de Mi Mic trabajamos la representación y el lenguaje no verbal a la vez que afianzamos conceptos de sustantivos y verbos.
Por turnos, un jugador de cada equipo deberá representar el mayor número de palabras posible. El dado indicará cuántas palabras se deben interpretar, acertar y con las que formar una frase en un minuto. ¿Conseguirás que adivinen todas las palabras antes de tiempo?
Encuadra de madera (a partir de 8 años)
Se destapa un reto y el primero que consigue imitar la disposición de las piezas será el ganador. Pero ojo, que no es tan fácil identificar los tamaños de las piezas y si están en vertical manteniendo el equilibrio o en horizontal sobre la mesa. ¿Te atreves?
Fast Words (a partir de 8 años)
Ocho letras y un tema para ver quién es el más rápido. Fast Words es un rapidísimo juego de formar palabras. Con ocho letras y un tema deberás decir una palabra que tenga relación con el tema propuesto, utilizando el mayor número de letras posible y a la vez hacerlo el primero.
En Cayro llevamos años fabricando juegos didácticos que fomentan las inteligencias múltiples de los más pequeños de la casa. No queremos que nuestra labor se quede en el desarrollo y fabricación de los juegos, por lo que llevamos a cabo actividades que ayuden a expandir el juego y a exprimir su potencial hasta el máximo. Además, como sabemos que no hay mejor forma de aprender que pasándoselo bien, también estamos presentes en las escuelas. La mayoría de nuestros juegos tienen un componente pedagógico y ayudan a los niños a desarrollar ciertas capacidades. De esta forma intentamos que las clases sean un recreo continuo, enseñando a los docentes los beneficios que tienen nuestros juegos con formaciones específicas.