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Cualquier producto que incorpore la etiqueta FSC nos indica que dicho producto posee la certificación internacional FSC (Forest Stewardship Council), una organización independiente, no gubernamental y sin ánimo de lucro que busca el garantizar al consumidor que los productos forestales que tienen dicho certificado FSC provienen de bosques en los que se aseguran unas buenas prácticas a la hora de aprovecharlos según los niveles mínimos de buena gestión.
Es decir, un producto etiquetado con FSC garantiza que la forma en que se realiza el aprovechamiento de la madera contribuye a mantener la biodiversidad, la productividad y los procesos ecológicos del bosque de modo que proporcionan beneficios ambientales, sociales y económicos a las comunidades en las que se ubican dichos bosques.
Son numerosos los diferentes tipos de productos en todo el mundo en los que podemos observar este tipo de etiquetas (libros, juegos, envases, bolsas, etc.), ya que son una herramienta esencial para los consumidores a la hora de efectuar su compra. Al elegir un producto etiquetado con FSC se contribuye a la gestión sostenible de gran parte de los bosques del planeta, contribuyendo a la protección del medioambiente.
Las etiquetas y certificación FSC contribuyen a que las empresas sean más responsables y comprometidas con el medioambiente, lo que al mismo tiempo da como resultado un efecto positivo en la percepción que el cliente tiene de la marca y de sus productos.
La obtención de madera es compleja, por lo que es muy importante que estemos atentos a la forma en la que los productos llegan desde el bosque hasta nosotros. De esta forma, deberemos asegurarnos que el producto fue fabricado con materiales forestales provenientes de fuentes aprobadas, para lo que la certificación FSC es esencial.
Todas las etiquetas ofrecen información sobre la naturaleza y el origen de los materiales utilizados para fabricar el producto acabado y etiquetado. Existen tres tipos de etiquetas FSC:
FSC 100%. Todos los materiales que han sido utilizados para fabricar los productos poseedores de esta etiqueta proceden de bosques auditados por una tercera parte independiente que confirma que se gestionan y explotan de acuerdo a los estándares sociales y ambientales de FSC. Este tipo de etiqueta es la que contribuye de manera más directa al objetivo de FSC, que es disponer de bosques para todos y para siempre. Por lo tanto, es el mayor sello de distinción para los productos certificados.
FSC Reciclado. Los productos que poseen esta etiqueta han sido fabricados con un 100% de materiales reciclados, ya sean materiales recuperados postconsumo o preconsumo. El uso de este tipo de productos alivia la presión de la demanda sobre los materiales vírgenes, ayudando de esta forma a proteger los bosques del planeta.
FSC Mixto. Los productos que poseen esta etiqueta han sido fabricados con una mezcla de materiales procedentes de bosques certificados por FSC, materiales reciclados y/o madera controlada FSC, cuyo uso, aunque no proceda de bosques certificados, ayuda a mitigar el riesgo de que el material se obtenga de fuentes inaceptables.
La certificación FSC se aplica a productores, transformadores, fabricantes y distribuidores de productos certificados FSC. Esta certificación tiene una vigencia de cinco años durante los cuales deben realizarse auditorías periódicas de frecuencia anual.
El que un determinado producto de una empresa posea una certificación FSC, garantiza que se puede trazar el rastro del producto de madera a lo largo de la cadena de suministro. Gracias a esta certificación se verifica que los productos vendidos con la etiqueta FSC hayan cumplido en todo momento los estrictos estándares del FSC desde el bosque del cual se ha extraído la materia prima hasta el punto de venta.
Estar certificado FSC aporta una serie de ventajas como:
Las empresas certificadas están comprometidas con la conservación y mejora de los bosques.
Se ofrece una garantía medioambiental de cara a los consumidores.
Se impulsa a la economía de las zonas donde están ubicados los bosques a través de la generación de empleo y la mejora en la gestión del CO2 que ayuda a minimizar los efectos del calentamiento global.
De cara a las empresas que implantan FSC en sus productos, esta certificación se integra de forma sencilla en otros Sistemas de Gestión implantados en la empresa.
En Cayro apostamos por el sello FSC en muchos de nuestros productos fabricados en madera, el cual garantiza y promueve la conservación de la diversidad de los ecosistemas, favoreciendo un modelo de desarrollo sostenible y fomentando el motor económico del medio rural. En el caso de los componentes de papel y cartón, preferimos utilizar reciclado y así disminuir desperdicios sobre el planeta. Nuestro principal compromiso es con la educación y diversión de los niños de 0 a 99 años y con su derecho a jugar al mismo tiempo que se promueve el cuidado del medioambiente y la creación de productos 100% sostenibles.
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