5 factores para que un juego sea sostenible

En la actualidad, algunos de los juegos y juguetes que encontramos en el mercado están fabricados en plástico de baja calidad que se rompen con facilidad, pero afortunadamente, cada vez son más las marcas que utilizan para su fabricación, materiales sostenibles de muy alta calidad así como plásticos que sean reciclables. Algunos de estos son por ejemplo, la madera, el corcho o el algodón, todos ellos materiales naturales, renovables y biodegradables. Pero también podemos encontrar otros más innovadores, como el bioplástico, un novedoso material que se obtiene a partir de materia orgánica vegetal como la caña de azúcar, el maíz, el almidón de patata o de arroz.

Al mismo tiempo, gracias a los juegos, podemos crear conciencia ecológica entre los más pequeños. Existe un amplio abanico de juegos que, tanto de forma directa como indirecta, sirven para fomentar los valores relacionados con el ecologismo y la educación ambiental.

Además, la regulación a nivel europeo evoluciona hacia una mayor penalización a los productos con un mayor impacto negativo en el medioambiente, como todos aquellos fabricados con materiales contaminantes o de baja calidad, los de vida útil corta o los que viajan largas distancias para su distribución; características que hoy en día todavía pueden aplicarse a un considerable porcentaje de juegos y juguetes. Por estos motivos, la regulación intenta atajar estos problemas incrementando el coste de producir e importar juegos y juguetes mediante, por ejemplo, diversos gravámenes.

Sin una estrategia de sostenibilidad por parte de las empresas jugueteras lo más probable es que las expectativas de las familias permanezcan insatisfechas, y se pierda la oportunidad de ganar visibilidad y fidelizar al consumidor y sus nuevas inquietudes medioambientales. Además, se corre el riesgo de no estar preparados para cambios regulatorios y se pierde la oportunidad de explorar vías alternativas para mantener o aumentar la competitividad.

Reducir, reutilizar y reciclar en los juegos

Cuando hablamos de consumo responsable, los juegos también deben asumir las tres erres que este tipo de consumo conlleva: reducir, reutilizar y reciclar. En primer lugar debemos saber cómo reducir el consumo de juegos o juguetes que no se van a utilizar y que además dificultan que los niños aprendan a valorar las cosas.

En todo este proceso la educación y la concienciación desde edades muy tempranas juegan un papel muy importante. Hay que enseñar a los niños que ellos mismos pueden crear los juegos a partir de materiales caseros y ecológicos y que además despiertan su imaginación.

Al mismo tiempo, los más pequeños de la casa también deben aprender que los juegos se elaboran a partir de materiales que no son ilimitados, por lo que es necesario conservarlos y cuidarlos el mayor tiempo posible. Una vez que ya no se utilicen los juegos deben ser reutilizados regalándolos a otro niño que pueda jugar con ellos, o reciclados en el caso de que se hayan estropeado.

Una opción solidaria, es por ejemplo entregar los juegos y juguetes, ya sean nuevos o usados en buen estado, a las personas y organismos que se dedican a recolectarlos para los niños de familias con menos recursos.

5 factores fundamentales para que un juego o juguete sea sostenible

Existen diversas acciones que las empresas jugueteras pueden llevar a cabo para que un determinado juego o juguete sea sostenible, como por ejemplo el uso de cartón, madera o plásticos reciclables para su fabricación, la reducción del tamaño y cantidad de packaging, la utilización de energías renovables o la reducción en el consumo de energía y agua en el proceso de fabricación.

1. Utilización de energías renovables en el proceso de fabricación

   Utilizar solo electricidad procedente de energías renovables, como la energía solar fotovoltaica, para de esta forma reducir la emisión de CO2, o acciones que ayudan a frenar la escasez de recursos hídricos, como la utilización de cisternas de recogida de agua de lluvia para posteriormente utilizarla en todos los procesos industriales y de limpieza son algunos ejemplos de cambios que en Cayro ya estamos llevando a cabo.

2. Utilización de materiales naturales en el proceso de fabricación

   La variedad de materias primas renovables que nos ofrece la naturaleza es muy amplia: maíz, caucho, bambú, lana, corcho, madera procedente de bosques sostenibles, etc. Todos estos materiales no dependen de recursos fósiles como el petróleo, el carbón o el gas natural, que conllevan emisiones dañinas de CO2 a la atmósfera. Por lo tanto, al utilizar materiales naturales en la fabricación de un juego o juguete estamos cuidando en todo momento del medioambiente.

3. Utilización de materiales reciclados en el proceso de fabricación

   Al utilizar como materias primas papel y cartón reciclado o plásticos reciclados, estamos contribuyendo a generar un juego sostenible. Al mismo tiempo se pueden utilizar, por ejemplo, máquinas que permiten reciclar todo el cartón y papel sobrante y utilizarlo como relleno en los embalajes. En Cayro estamos más por la labor de eliminar residuos ya generados, que por consumir materiales naturales nuevos. Prácticamente el 100% del cartón y el papel y al menos un 50% del plástico que utilizamos son reciclados, además, reconvertimos todo nuestro desperdicio de cartón de embalaje.

4. Juegos que utilizan el juego para concienciar sobre la sostenibilidad

   Los juegos son el elemento en el que nos podemos apoyar para transmitir y concienciar a los más pequeños mediante el juego, sobre la importancia del cuidado del medioambiente y del clima. De esta forma se puede ayudar a los niños a entender situaciones complejas, simplificándolas y clarificándolas para ellos y ganar conciencia sobre estos temas. Y en este sentido la estrella es Rubbish Race, con el que aprendemos en qué contenedor debemos echar cada desperdicio.

5. Juegos y juguetes de proximidad

   Consumir juegos y juguetes de proximidad ofrece un gran número de beneficios. El juego de proximidad (de cercanía o juguete Km0) es fabricado utilizando los materiales, las infraestructuras y los recursos humanos de la misma comunidad en la que se comercializa. De esta forma se usan materiales de cercanía y se aprovechan las habilidades de la gente que vive en la zona y sus recursos.

   Las ventajas de elegir juegos de proximidad son muchas, como, por ejemplo: favorecer el desarrollo económico local, tener un menor impacto medioambiental, recoger mejor las tradiciones culturales de la comunidad y enseñar el valor de la proximidad a los más pequeños. Por eso, nuestro compromiso para 2030 es fabricar en España al menos el 80% de nuestros productos.

La sostenibilidad debería ser un tema prioritario en las estrategias de las empresas jugueteras, y ser conscientes en todo momento de cuál es el impacto de los juegos, y cuáles son los retos y oportunidades a los que nos enfrentamos en la actualidad. El momento de actuar es ahora, ya que las familias de hoy en día quieren consumir conforme a sus valores, entre los que destaca la preocupación por el medioambiente y el cambio climático.

En Cayro nos comprometemos con el medio ambiente con el objetivo de seguir mejorando en esta materia día a día, apostamos por juegos de madera, de papel y cartón reciclado; pinturas al agua y barnices orgánicos para los acabados; eliminación de plásticos de un solo uso; y utilización de plásticos reciclados y biodegradables, pues de nada sirve estar comprometidos con la infancia y su educación y dejarles como herencia un planeta enfermo. Por este motivo hemos lanzado el Proyecto Play for Change que trata, entre otras cosas, de aumentar la vida útil de nuestros juegos utilizando materias primas duraderas y responsables, logrando de esta forma productos más sostenibles.